En la vejez ajena se detestan las acechanzas de la propia. Ella es el espejo imperdonable donde el sueño narcisista de la eternidad personal se desvanece”.
(Kovadloff 2001).

En éste aspecto el estudio de Nicolosi y col. afirman que habían tenido actividad sexual en el último año el 80% de los hombres y el 65% en las mujeres. En los hombres 93% entre 40 y 49 años y un 53% entre 70 y 80 años mientras que las mujeres fueron un 88% y 22% respectivamente. El deseo sexual persiste en un 80% de los varones entre 60 y 65 años y el 60% en los de más de 77 años, en las mujeres el porcentaje es menor 60% en el primer grupo y 25% en el segundo.

Hay factores externos que influyen negativamente en la actividad sexual como son:

  • Vida sexual monótona y poco variada.
  • Menor intensidad en las relaciones sociales.
  • Perdida de atractivo corporales de la pareja.
  • Creencia que es incorrecto el tener fantasías sexuales a esa edad.
  • Agotamiento físico y psíquico.
  • Preocupaciones laborales y económicas que hacen que algunos releguen la parte sexual.

Por la cifras de Kinsey y lo que estudios de Master y Johnson confirman los varones presentan el máximo de responsividad y capacidad sexual entre los 17 y 18 años, y a partir de entonces muestran una disminución constante, por el contrario las mujeres alcanzan su máximo en los últimos años de la década de los 30 y principios de los 40 y a partir de ahí su líbido disminuye a ritmo relativamente mas lento que en los hombres.

Cambios fisiológicos en el hombre mayor

Los hombres presentan un aumento del período refractario, hay disminución de la cantidad de semen y de la fuerza de eyaculación,  la erección se mantiene relativamente estable pero después de los 50 años requieren una estimulación mas larga y mas intensa y pueden ser menos firmes.  Existe menor necesidad física de eyacular con una detumescencia más rápida. Según Master y Johnson entre los 55 y 60 años es común que no se pueda alcanzar una nueva erección después de la eyaculación por 12 o 24 hs. Se observa una disminución del impulso sexual como también de las fantasías sexuales en ausencia de estimulación erótica especifica. Los hombres de edad avanzada siguen siendo potencialmente sensibles a la estimulación erótica especialmente si ha mantenido una sexualidad activa.

Un hombre sano a pesar de presentar los cambios de la edad, es capaz de gozar de las relaciones sexuales a lo largo de toda su vida y además por liberarse de la necesidad de una rápida descarga orgásmica y de las inhibiciones de la juventud pueden tener un intercambio amoroso mas satisfactorio e imaginativo; sintiéndose seguro de si mismos la edad nunca debe ser una barrera para gozar del placer sexual con tal de que disfrute de una buena salud y cuente con oportunidades. Algunos hombres al ir presentando éstos cambios fisiológicos se preocupan pensando en alguna enfermedad, es necesario ayudar a que los pacientes y sus parejas hagan una interpretación correcta de estos cambios a fin de evitar preocupación y riesgos de síntomas de angustia anticipatoria en su desempeño sexual.

Cambios fisiológicos en la mujer mayor

Para algunos autores los cambios hormonales que ocurren en la mujer de más de 50 años, debido a la disminución de la función ovárica no son causa necesariamente de cambios importantes en su actividad sexual si no que van acompañados de trastornos psíquicos, mala información sobre la fisiología sexual o de patrones culturales y educacionales erróneos.
La mujer adulta puede tardar hasta 5 minutos en completar su excitación-lubricación cuando de jóven tardaba 15 a 20 seg., ésta lubricación es menor y a veces no se exterioriza por ser menor la producción. Se ha comprobado, que a pesar de ser cierta menor producción de estrógenos las mujeres con mayor actividad sexual presentan una mucosa vaginal más gruesa y rugosa que aquellas con vida sexual pobre. Los años postmenopáusicos muestran grandes variaciones en la responsividad sexual femenina. Las que cuentan con oportunidades de una manera regular, suelen conservar su responsividad sexual pero ante la ausencia de éstas la sexualidad comienza a declinar notoriamente.  Después de los 65 años, la mujer suele preocuparse menos por el sexo que a los 40 pero puede que busque oportunidades eróticas y por supuesto puede responder a esos estímulos perfectamente.  No son insólitos los sueños sexuales, las relaciones eróticas ni los actos de masturbación.
Según Master y Johnson la lubricación vaginal es más lenta y las contracciones pelvianas menos frecuentes y menos vigorosas aunque siguen siendo capaces de tener orgasmos múltiples y sin período refractario. Si bien los estudios demuestran que un 25% de mujeres sigue masturbándose, a los 70 años es común que una mujer que pierde su pareja en la década de sus 50 o 60 años cesan de tener relaciones sexuales.  Generalmente las mujeres con personalidad especial, muy seguras de si mismas son las que suelen buscar un reemplazante de su compañero.

Dr. Marcelo Medel
Médico Urólogo | Sexología Clínica